En verano llega el buen tiempo y buscamos disfrutar de los días al aire libre con amigos y familiares. Es habitual contar con jardines y parcelas para ello, y es necesario cuidarlos de forma adecuada para evitar las malas hierbas, la aparición de plagas, e incluso para prevenir incendios. Como especialistas en la venta de herbicidas a precios económicos, queremos destacar la importancia del papel de los desbroces y los tratamientos herbicidas como métodos de prevención de incendios.
La vegetación, un peligro para los incendios
Las lluvias primaverales fomentan el desarrollo de hierbajos y el crecimiento de las malas hierbas, zonas en las que proliferan diferentes plagas de insectos. La vegetación además, favorece la expansión del fuego cuando se declara un incendio. Esto es especialmente relevante si tenemos en cuenta que los incendios cobran un gran protagonismo durante la época estival. De ahí la necesidad de desbrozar y aplicar los tratamientos herbicidas correspondientes de cara a prepararse para el verano. En este sentido, es crucial desbrozar primero para terminar con el grueso de la maleza, para luego aplicar un tratamiento herbicida adecuado.
Los meses del año en los que hay más lluvia, como la primavera y el otoño, son los más recomendados para este tipo de tratamientos con el fin de lograr un buen control de la vegetación y ralentizar la aparición de malas hierbas de un año para otro.
Para llevar a cabo este tipo de tareas, lo mejor siempre es acudir a profesionales expertos en control de vegetación y de plagas, con el fin de asegurar que se realizan correctamente y evitar problemas en el futuro. Hay que tener en cuenta, que los especialistas deben estar altamente cualificados y los productos herbicidas que se utilicen deben estar homologados para ese uso en concreto y contar con las autorizaciones necesarias con el fin de garantizar que cumplen con su cometido y que se respeta el medio ambiente.
En Sintra somos especialistas en tratamientos herbicidas a precios asequibles y realizamos desbroces para prevenir el riesgo de incendio en las zonas que lo necesitan cuando las hierbas se agostan. Reducimos así también el asentamiento de plagas de insectos, roedores, y los principales focos de infección.
