El otoño ya se ha instalado en nuestras vidas. La caída que han sufrido las temperaturas a primera y última hora del día y la presencia de lluvias más frecuentes no han hecho más que confirmarlo. Ha llegado el momento de guardar la sombrilla de playa, realizar el cambio de armario y podar los árboles del jardín. ¿Te has preguntado en alguna ocasión por qué la mayoría de los árboles son podados en otoño? Pues hoy aprovecharemos nuestra experiencia en el campo de las empresas de desinsectación en Madrid que también realizan podas, talas y desbroces para contarte a qué se debe esta práctica.
En primer lugar, tenemos que tener presente que una poda, entendida como el corte total o parcial de una planta o un árbol, puede realizarse con varios objetivos. Eliminar la vegetación sobrante, quitar ramas dañadas, facilitar su crecimiento o aumentar los frutos son algunos de ellos.
De acuerdo con esto, podemos hablar de tres tipos principales de podas que serán efectuadas según las necesidades concretas de cada cliente:
- Poda de plantación: En las plantas que se desarrollan con normalidad existe un equilibrio entre su sistema radical y la parte aérea, es decir, la copa. Al ser arrancadas para el trasplante, una gran parte de las raicillas quedan en el terreno y por consiguiente se destruye el citado equilibrio. En la poda de plantación se debe tener especial cuidado de no modificar la forma natural de la especie o variedad y tener presente la naturaleza de la copa eliminando solamente las ramas rotas, las que se entrecruzan molestándose y las indispensables para mantener el equilibrio.
- Poda de formación: Tiene por finalidad la conducción de las ramas primarias y secundarias de un árbol. Con ella se eleva la copa del ejemplar, con el objetivo de no interferir la circulación peatonal y vehicular, la iluminación y la visibilidad de carteles comerciales si los hubiere.
- Poda de mantenimiento: Es la que se realiza una vez formado el árbol y se continúa a través de su existencia. Consiste en la eliminación de: ramas mal dirigidas, enfermas o secas, rebrotes de raíz, chupones que nacen en el tronco.
Ahora bien, ¿y porque se realizan en esta época? El principal motivo por el que la mayoría de podas y talas en Madrid se realizan en esta época del año es porque estas deben producirse durante los periodos de reposo vegetativo de los árboles, reposo que la mayor parte de las especies experimentan al llegar el otoño o el comienzo del invierno.
Es el caso de los árboles que tienen hojas caducas, cuya poda debe producirse antes de la caída de las mismas. Y cuando se trata de hojas perennes, lo perfecto es esperar a finales del otoño o principios de invierno que el frío ya está más asentado.
En cualquier caso, las podas deben realizarse mientras las ramas sean todavía pequeñas para que resulte más fácil. También resulta muy importante respetar la forma natural de los árboles, aunque para ello sea necesario realizar varias fases de poda.
Beneficios de la poda otoñal
Este tipo de poda estimula el desarrollo vegetativo de los árboles por eso resulta especialmente recomendable para aquellos que tienen un crecimiento más débil. ¿Recuerdas cuando de pequeño te cortaban mucho el pelo para que este te naciera más fuerte, sano y en mayor cantidad? Pues con la poda de los árboles viene a ocurrir algo parecido.
Pero de la misma forma que una poda a tiempo beneficia el crecimiento de un árbol o una planta, la poda indiscriminada, mal realizada o que deje heridas en la corteza del árbol puede llegar a dañar la madera y ser el peor de los remedios.
En el caso de los árboles frutales, una buena poda permitirá no solo que el árbol se forme perfectamente sino que también será fundamental para que sus ramas tengan una óptima colocación de cara a tener la resistencia mecánica, la luminosidad y la aireación adecuada para que los frutos sean más abundantes y de mayor calidad. Sin duda, se trata de la mejor forma de aumentar la productividad de estos árboles, retrasar su envejecimiento y no alterar las cosechas.
Y para realizar una buena poda, se necesitan buenas herramientas, limpias, precisas y afiladas. Herramientas que además deben ser manejadas por manos expertas que sepan cómo debe efectuarse cada corte para no dañar al árbol. Por eso, acudir a una empresa como Sintra, que cuenta con una amplia trayectoria en el ámbito de la poda y la tala de árboles en Madrid, es la mejor opción por la que puedes decantarte. Llámanos sin compromiso.
