Como profesionales de la gestión integrada de plagas no nos cansamos de repetir que erradicarlas a tiempo es clave por estrictas razones de salubridad.
Ahora en verano, cuando las temperaturas exceden casi todos los días y en todos los puntos geográficos de los 20 grados, se crea una atmósfera ideal para la aparición de plagas. A partir de esa temperatura, cada cinco grados adicionales las cucarachas duplican su capacidad reproductiva. En las zonas de España donde el calor es intenso es mucho más importante saber cómo prevenir las plagas. No en vano, su presencia deteriora la higiene ambiental y afecta a la estructura de los edificios, sobre todo cuando se trata de insectos xilófagos, con el consecuente peligro que entraña. Las aves como las palomas también dañan las construcciones al defecar sobre ellas por la acidez de sus excrementos.
La presencia de chinches se expande hasta las casas particulares y locales de hostelería. Otra problemática la causan los roedores. Lo hacen dañando principalmente el cableado eléctrico. En Sintra recomendamos optar por medidas preventivas de control de plagas para evitar males mayores. Apostamos sin dudar por los tratamientos preventivos.
¿Cómo distinguir una plaga de insectos?
Localizar ejemplares vivos fuera de sus nidos es un claro indicativo de que hay una alta población de insectos en el hogar. Hay que prestar atención a estos signos que nos pueden alertar de su presencia:
- Excrementos y manchas: los roedores y las cucarachas dejan pequeños excrementos. En el caso de las segundas, se asemejan a polvo negro y, en zonas de abundante agua, dejan manchas marrones.
- Serrín y tierra: los insectos xilófagos de la madera se detectan por la presencia de serrín en lugares con celulosa. Las hormigas suelen localizarse en la cocina y sus nidos se presentan como montoncitos de tierra.
Ante la sospecha de que haya una plaga hay que contactar con profesionales de sanidad ambiental. Evita usar remedios caseros o productos no especializados porque pueden incrementar el daño o no erradicar futuras infestaciones. Hay que apostar por soluciones a fondo y no por parches que nos puedan dar una falsa sensación de seguridad cuando en realidad seguimos teniendo una plaga.
